miércoles, 6 de junio de 2012

De la cuna a la tumba a la cuna

Hace un tiempo escuché a dos personas teniendo la siguiente conversación (no la recuerdo con exactitud, pero me doy el lujo de parafrasear):

-[...] pasa que Fulano era hermoso, tenía unos ojazos...
-Ah, no sabía que se había muerto.
-¿Eh? ¿Quién dijo que se murió?
-Acabas de decir que "era" hermoso y "tenía" unos ojazos...


Dicen que nacemos y morimos. Que el camino puede ser de mil formas diferentes, pero el origen y el destino son invariantes. De la cuna a la tumba y that's all, folks.
Pero no. El ciclo se repite una y otra vez. Cada nueva relación que creamos es otra cuna, y cada lazo que rompemos nos dirige a una tumba más. Morimos una vez por cada amigo que perdemos, cada pareja de la que nos separamos, cada persona que nos olvida. Porque a partir de ese momento, para ellos siempre vamos a ser un era.